Aprender a permitir que la Luz espiritual fluya, puede ser una de tus experiencias más gratificantes.
Esa Luz dentro de tí va a guiarte hasta que aprendas a sintonizarte a la dirección en que va. Si te subes al auto y pides que la Luz te rodee y proteja y luego corres a alta velocidad, es probable que la Luz no vaya a hacer demasiado por tí. Podría suceder que esa “luz blanca” que invocaste para que te ayude, pida que la “luz roja” te de un apoyo especial.
Pero si subes al auto y te sintonizas a la Luz dentro de tí, probablemente vas a manejar dentro de los límites de velocidad, a ser cuidadoso y a estar vigilante. Entonces, a la Luz le resulta muy fácil trabajar contigo.
- John-Roger
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