domingo, 3 de junio de 2012

¿Te gustaría controlar tu miedo a ser criticado?


Y mejor aún, ¿ser capaz de contestar con serenidad y sin ponerte a la defensiva? Esta habilidad tendría un increíble impacto en tu percepción de ti mismo. La crítica puede ser justa o injusta, o estar en un punto medio entre estos dos extremos, pero la manera de reconocer su valor con claridad consiste en formular las preguntas críticas. Sé específico, incluso cuando la crítica ha sido muy dura y personal. Esto te permitirá descubrir la verdad que pueda haber en lo que te han dicho, brindándote la ocasión de rectificar tu conducta, o bien descubrir que la persona te critica porque está dominada por la cólera, con lo cual sabrás que su actitud era la expresión de su propia frustración, más que una verdadera crítica hacia ti. En ambos casos, no necesitas reaccionar con emociones negativas. Puedes aprovechar la crítica o rechazarla y seguir como siempre. Además, con esta actitud le quitarás a la críticatoda su rabia.
Gran parte de la ira es una defensa ante la pérdida de autoestima. Sin embargo, si aprendes a controlar tus sentimientos de ira, tu autoestima se mantendrá inalterable, ya que dejarás de convertir toda situación en una situación emocional. Como dice Burns, “es muy raro que necesites tu rabia para sentirte humano”. El hecho de controlar tus emociones no te convierte en robot sino que, por el contrario, te proporciona mucha más energía para vivir y disfrutar de la vida.
Tom Butler-Bowdon

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