lunes, 16 de abril de 2012

FORTALECIMIENTO DE LA ATENCIÓN: ANAPANA




La práctica de la meditación autoalusiva está basada en la autoobservación, y ésta, para ser efectiva, implica el fortalecimiento de la atención. Por considerar que la atención es la herramienta fundamental, éste capítulo está dedicado a su manejo y fortalecimiento.

Cualquier objeto o actividad puede ser utilizado para fortalecer la atención; pero, emtre todos, eñ propio cuerpo y los movimientos respiratorios son los más adecuados. Al mantenimiento de la atención en estos últimos el budismo lo denomina Anapana.
En todos los ejercicios de atención se deben respetar los límites naturales del sistema. Se sugiere utilizar ciclos de 20 minutos aproximadamente, aumentando la duración del ejercicio paulatinamente.
En un lugar tranquilo, libre de insectos y bien ventilado se aconseja sentarse cómodamente, de preferencia con ropa suelta y con el estómago semivacío. Ya sentado, se cierran los ojos y se atiende a la entrada y salida del aire de los propios pulmones, sin forzarla y tratando de que el ritmo respiratorio sea natural y tranquilo.

Durante unos minutos, el practicante atenderá su respiración, intentando sentir, cada vez con mayor detalle, el paso del aire en el interior de la nariz, el llenado y vaciado en los pulmones, los cambios de temperatura asociados, las sensaciones corporales acompañantes, la posición de la espalda etc…

La meta de este primer ejercicio es mantener la atención sin desviaciones y sin perder detalle del proceso respiratorio durante 20 minutos. Para lograrlo se requiere practicar varias veces al día, incrementando en cada ocasión la duración del ejercicio.

Cuando lo anterior se ha logrado, se aconseja extender los periodos y practicar el ejercicio con ojos abiertos y en medio de las actividades cotidianas. En otras palabras se pretende que la atención sea mantenida durante la vida diaria y no solamente en períodos especiales.

Otros ejercicios de atención durante la vida diaria son la observación sostenida del propio cuerpo. Se recomienda al practicante mantener la atención en sus cuerpo, observando y sintiendo las diferentes posturas que éste adopte en diferentes circunstancias; al caminar, al sentarse, al estar de pie y al acostarse.

Mientras mayor sea la duración del período durante el cual el practicante sea capaz de prestar atención a su propio cuerpo, más fácil logrará activar la meditación autoalusiva.
Otro de los ejercicios de atención que son aconsejables es la percepción de la forma, colores y detalles de textura de los objetos, sin juzgar ni analizar su significado, importancia, utilidad o denominación. En este ejercicio se fortalece la capacidad de atender en forma directa y sin mediaciones intelectuales. Además de lo anterior, este ejercicio permite lograr un acceso fresco y vital a la realidad perceptual.

Jacobo Grinberg-CURACIONES CHAMÁNICAS
PACHITA, EL MILAGRO DE MÉXICO

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