lunes, 7 de mayo de 2012

Creer


¿Cuál es el principal objetivo de la búsqueda interna...?

A final de cuentas, la búsqueda interna permite que uno mismo se pregunte y se responda con la misma intensidad que lo hacen los demás en el exterior.

En mi búsqueda, he tratado de encontrar las respuestas a mis más profundas emociones. Sin embargo, con el tiempo que sucede, encuentro que mi mente es mucho más ruidosa de lo que alguna vez pretendí.

Mis talentos se esparcen de alguna manera como símbolo de lo que reflejo. Siempre me han dicho que soy muy inteligente, que soy excesivamente amable y que tiendo mucho a darme a querer.

Creo que esas razones son más que suficientes para liberarme también de la parte egocéntrica que en ellos funciona. En el camino, he conocido personas y he compartido experiencias con ellas en las que me he dado cuenta que el profundo sentimiento de insatisfacción y frustración que hasta ahora había gobernado mi vida, sigue latente por no saberme conducir ante ello.

Luego vienen las preguntas:

¿Qué estoy haciendo?
¿Qué es lo que verdaderamente quiero?
¿A dónde quiero conducirme?

No hay verdad en mis respuestas, pues aún sigo basándome en las necesidades que he creado en mi exterior. La promesa de una paz interior y la determinación para lograrla, provocan en mi una reacción que probablemente no ha sido la mejor de las reacciones. Mi personalidad, reconozco, me dicta mucha volatilidad. Soy muy volátil en mis emociones. De repente estoy muy bien, de repente estoy muy mal.

En las lecciones, en las enseñanzas de las personas que han transitado probablemente las mismas sensaciones que yo, se me han sobrepuesto diversas pruebas. Una de ellas ha sido mi desesperación al no lograr una paz interna que en decisión, estoy resuelto a buscar. 

He revisado muchas técnicas, las he aplicado, pero algo en mi interno está bloqueando todo aquello que quiero lograr. Empezando por entrar en ese estado de paz y comunicación con mi todo.

No se trata de quejarse, he comprendido que tampoco tiene caso perder energía en ello. Sin embargo, mi ruidosa mente está acuñada en el gran talento de cuestionar todo pero en base al conocimiento y experiencia de esta temporalidad que es mi vida de ahora.

Sueño con poder ser libre, con poder respirar y sentir el viento en cada una de mis células. El viento, sólo el viento ha podido llevarme a ese estado de quietud que tanto estoy buscando. Y siguen las preguntas:

¿Porqué no puedo recrear con mi mente ese estado de quietud?
¿Porqué no he sido capaz de desarrollar mi poder de visualización?
¿Será que todo es cuestión de tiempo?
¿Es cuestión de fe?
Y si es así, ¿qué me impide creer?

Así, con las inconsistencias y revelaciones, es que empiezo a compartirles un poco de lo que soy y del camino que empiezo. Creo que hablar de las experiencias afuera no ayudará en nada, pero quizá, si encuentro la manera de entender mis propias emociones, entonces podré avanzar hacia el equilibrio que tanto busco, pero sobre todo, el amor incondicional que vive en mi y la libertad de ser quien realmente soy.

Y sigue la mayor de las preguntas...

¿Quién soy...?

Toda mi paz. No la paz del mundo. Sólo mi paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario